*Aunque el ideal de cero emisiones se vislumbraba para 2030, la realidad es que esto puede tardar
*Emplear energías fósiles e híbridas seguirá siendo una opción que se extienda por más tiempo
La tecnología y la innovación en energías limpias nos ha alcanzado y en los últimos años se ha acelerado con la fabricación, distribución y venta de vehículos eléctricos en híbridos, tal parece que pronto, todos los vehículos que circulan en el mundo y en nuestro país serán con esta fuente de energía... ¿O no?
Lo cierto es que aunque los ideales de las industrias y empresas en general es evolucionar a un futuro con cero emisiones, la realidad es que esta transición llevará más tiempo de lo deseado y por ahora las fuentes d energía seguirán siendo fósiles o híbridas.
Tan sólo en nuestro país, con la Reforma energética que se planteó desde sexenios anteriores, se espera la apertura a nuevas inversiones extranjeras buscando reducir costos y modernizar la infraestructura, sin embargo, es un hecho que en México, aún no se ha desarrollado la tecnología ni la energía suficiente para sustentar la electrificación vehicular. Si la CFE no invierte de manera decidida en la generación de energía renovable, la creciente demanda de electricidad por parte de los vehículos eléctricos podría sobrecargar la red y aumentar la dependencia de combustibles fósiles. Esto no solo iría en contra de los objetivos de reducción de emisiones, sino que también podría encarecer el costo de la electricidad, haciendo menos atractiva la opción de los *autos eléctricos* para los consumidores.
Ante estos desafíos, es crucial explorar alternativas que permitan avanzar en la *electrificación de autos en México*. Una posibilidad es la implementación de políticas que incentiven la generación distribuida de energía renovable, permitiendo a particulares y empresas generar su propia electricidad a partir de fuentes solares o eólicas. También es importante fortalecer la colaboración público-privada para impulsar la inversión en infraestructura de carga y el desarrollo de tecnologías para *autos eléctricos*.
Por otra parte, grandes empresas nacionales, se han decantado por la tecnología híbrida, pues por ahora parece ser la opción más viable. Un ejemplo es Toyota y Mercedes-Benz.
Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz, reconoció que "los motores de combustión, aunque debidamente electrificados, durarán más de lo previsto inicialmente”. Por lo tiempo, augura la existencia de energías fósiles hasta al menos el año 2035, año en el que precisamente coincidirá con la llegada del decreto europeo por el que se prohibirá la venta de motores de combustión.
Este es un posicionamiento que se acerca mucho al de Toyota, marca que ha apostado por la llamada ‘multi opción’ desde hace varios años. Por todo ello, queda claro que el futuro de la movilidad será eléctrico, pero hasta que ese momento llegue, las marcas deberán jugar con todas las cartas que estén en su mano para poder seguir manteniéndose a flote y generar gradualmente esta transición completamente electrificada.
Mientras ese momento llega, las tecnologías híbridas tal vez sean la mejor opción para las armadoras, por lo que muchas de ellas han tomado la acertada decisión de continuar por esa línea. Esto para nada implica abandonar la electrificación, todo lo contrario, incentiva a las empresas a seguir invirtiendo en talento y educación a fin de desarrollar mejores opciones que respeten el medio ambiente y no sacrifiquen los costos.