De inversiones, aranceles y relocalizaciones

Comenzamos el año 2025 con la toma de poder del queridísimo presidente Donald Trump... ¡E incendió su pequeña chispa para ver el mundo arder! Las primeras medidas que tomó fue firmar a diestra y siniestra tratados, documentos y leyes que van en contra del progreso social, sanitario, medioambiental, de ideología y tolerancia. Por mencionar algunos, en los primeros días de su gestión, ya había impuesto aranceles de más del 20% a todos los países que comercializan dentro de Estados Unidos; pidió la retirada de la Organización Mundial de la Salud de su país, argumentando mala gestión durante la pandemia de COVID-19; declaró a las organizaciones delictivas en México como terroristas, dándole convenientemente la potestad para invadir tierras aztecas, si al señor le conviene; retiró subsidios para la tecnología cero emisiones que ya a nivel mundial se ha adoptado en los vehículos para reducir la huella de carbono y los hidrocarburos contaminantes. Y ya ni hablamos de la intolerancia que ha demostrado al deportar a miles de inmigrantes y tratarlos como verdaderos delincuentes; sumémosle además, el retiro de apoyo para los movimientos de "ideología de género".

Todas y cada una de estas acciones, han tenido una repercusión a nivel mundial, y si bien, son acciones proteccionistas, lo cierto es que ha prendido todas las alarmas a nivel global.

Y no es para menos, pues nosotros, siendo su vecino más próximo, no nos hemos quedado como simples espectadores, sino más bien, hemos quedado como involuntarios actores de un teatro que don Trump armó y del cual, no podemos desertar, y ya sea para bien o para mal, hemos firmado un contrato, el famoso T-MEC que podemos usar como "seguro de desempleo" en casos de emergencia.

Y tal como si estuviéramos en un juego del lobo feroz, Trump amenaza a México con Aranceles, y ahí va doña Sheinbaum a pedir otra prórroga, que gracias a la benevolencia de 'tata' Trump, se extendió 3 meses más —besito en la mano, rascadita de cabeza y a respirar otro tantito más en lo que termina el año y ahora sí, ¡tomen aire, porque se viene una renegociación del T-MEC!—, mientras tanto, Claudia Sheinbaum y su gabinete planean 'grandes cosas' para el fuerte temporal que se avecina.

De este lado de la frontera, en puerta están proyectos cuyo propósito es agregar valor a toda la cadena de suministro en nuestro país, tales como el Plan México, que, entre otras cosas, planea incrementar la proveeduría local a fin de agregarle valor; invertir en educación para incrementar el talento humano en diversas áreas de la investigación, ciencia y tecnología con el objetivo de formar profesionales aptos para cualquier área; relanzar el programa “Hecho en México” para incentivar el consumo local y disminuir la dependencia de importaciones, además de promover la relocalización para hacer de México un país atractivo para la Inversión Extranjera Directa, entre otras acciones.

Ahora bien, hablemos sobre un tema que tanto empresarios, como organismos y gobierno esperan con ansias, y es justamente la renegociación del T-MEC, sí, han leído bien, ¡renegociación! Y es que, en un principio, se hablaba de una revisión. Pero con tantas políticas y rabietas de parte de Trump y lo disruptivo e impredecible que es este personaje, ya no esperamos menos de su parte. 

¿Qué se espera para 2026? 

Bien, a grandes rasgos, el T-MEC es un tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, antes llamado TLCAN (1994). En el año 2020, cuando en Estados Unidos gestionaba Donald Trump y en México, Andrés Manuel López Obrador, entró en vigor este nuevo tratado que surge de la necesidad de modernizar el TLCAN actualizando las reglas y normas para abordar los desafíos de la economía global actual. 

Pero tal parece que al mandatario del Vecino del Norte le incomoda seguir las reglas y apegarse a los acuerdos. Así que toca esperar cuál será la decisión que más que tripartita, se decantará por la conveniencia del país que aún sigue siendo potencia: Estados Unidos.

Sin embargo, para México, hay un az bajo la manga, y esta es la Cláusula Sunset, la cual dispone que el tratado que entró en vigor en 2020, se revise cada 6 años, razón por la cual, el año 2026 es crucial. Señala además que el tratado tendrá una duración mínima de 16 años, por lo que hay T-MEC sí o sí hasta 2036. En caso de que alguna de las partes ya no decida continuar con tal acuerdo, se estarán haciendo revisiones anuales hasta que se cumpla el plazo restante. ¿Qué decisión se tomará? Tocará esperar.

Mientras tanto, ¿nos sentamos a comer palomitas? Quizás como individuos, no podamos hacer mucho, sin embargo, como consumidores y trabajadores, podemos contribuir muchísimo al programa “Hecho en México", pues yo sí considero que nuestra tierra y nuestra gente, tiene todo el potencial para ser una nación competente tanto en producción local como exportación global. Tenemos como referente la industria automotriz, pues México se ha colocado como el país número uno en exportación de vehículos pesados; además, después de Brasil, somos la economía más grande de Latinoamérica. A nivel mundial, basados en el Producto Interno Bruto nominal, México ocupa el 12º lugar en la economía mundial. 

Si nos apegamos a las reglas y trabajamos con el pensamiento de agregar valor al talento local y al mercado interno, podrá sonar 'cliché', pero definitivamente es un 'granito de arena' que estaríamos dejando en la construcción de un mejor país para nuestras siguientes generaciones.

Conflictos políticos y económicos, siempre existirán, pero mientras haya una nación unida y disciplinada que aprenda de los errores y no busque 'la salida fácil', existirá la esperanza de algo mejor para nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos. 

O dime, querido lector, ¿tú qué opinas?